Sé que nunca lo leerás
Sé que nunca leerás mis letras, es por eso que te escribo. Decirte lo que nunca oirás es una cárcel […]
Sé que nunca leerás mis letras, es por eso que te escribo. Decirte lo que nunca oirás es una cárcel […]
La distancia que hay entre tú y yo solo puede medirse con el cielo. Cuenta las estrellas que hay en […]
La tierra se te quedó tan pequeña que decidiste ser parte del cielo, hacerte un huequito entre las estrellas y […]
Te llevé de nuevo a Buenos Aires, pasaporte en mano y un desconocido al lado. Viste como me enamoraba de […]
La ligereza de un revés que llama a la puerta sin dar cuentas. Todo se acaba cuando se suelta lo […]
Pretendo redimirme de todos los pecados que aún no he cometido, ya planeo la fuga de todos los lugares donde […]
Es inevitable sentir el abandono cuando tus verdades no valen nada, los demás se encargaron de reducir lo real y […]
A veces te leo en mis libros, donde adoptas otros nombres y vives otras vidas en otras épocas.
Ella es un soplo de aire fresco que aparece un jueves de lluvia en la puerta del bar, sin paraguas, con el pelo empapado y una sonrisa en los labios.
De cuando voy dando bandazos por la vida pero me encanta porque me recuerda que estoy viva.